- ¡Felicidades! -le dice el psiquiatra-, ya está curado.
El paciente suspira aliviado y exclama:
- ¡Qué bien, estoy tan contento que no puedo dejar de mover la cola!
La redacción no se hace responsable de las reacciones de sus lectores tras leer el contenido... Dejamos claro que no les compraremos pañales, ni pastillas para dolores de barriga, ojos ni cabeza!!!